En estilo renacentista, fue construido hacia 1580 por el regidor Pedro Ochoa Aguirre; en el S.XX será adquirido por el pintor italiano Guido Caprotti, vinculado a la ciudad desde 1916.
En sillería de granito, la fachada queda flanqueada por dos torres. En la planta baja se abren dos ventanas que flanquean un acceso con jambas y dintel de molduras; en la planta superior se disponen tres balcones, rematados con escudos. Al interior destaca su patio adintelado, de gran sencillez y austeridad decorativa, y la escalera, con un busto de Jesucristo atribuido a Vasco de la Zarza.
Declarado Monumento Nacional en 1992, ha sido recientemente restaurado recogiendo gran parte de la obra pictórica del referido artista junto a mobiliario del palacio y dos retratos de gran tamaño de Joaquin Sorolla
Deja tu comentario