av_san_esteban_02bConstruida a mediados del S.XII, es la única iglesia románica que se conserva intramuros. Edificada en piedra «caleña», de su estructura original conserva el potente ábside, el cierre septentrional y los materiales reutilizados en el S.XVI en su reconstrucción. La portada se organiza a partir de una arquivolta decorada con rosetas de cuatro pétalos, suponiendo una reinterpretación de la portada original desmontada. El ábside únicamente queda roto por dos columnillas y por los canecillos del alero, con decoración influenciada por el románico cántabro.

Al interior, y a pesar de sus reducidas dimensiones, cuenta con tres naves, siendo las laterales franjas muy estrechas, tal vez adaptación posterior de un espacio concebido como único.

Uno de sus mayores valores son los capiteles en los que descansa la bóveda de la cabecera: su decoración de motivos vegetales, faunísticos y antropomorfos entronca con el más puro estilo románico.

Destacar en su interior la escalera del púlpito, ejecutada en una única pieza de granito y decorada con ondas que evidencian su filiación visigoda.

Declarada Monumento Nacional en 1923.